Thierry
Emprendí una magnífica aventura en los años 80 para reconstruir y explotar el viñedo familiar con mi esposa, Dominique.
Hoy, nuestra hija Anne-Laure se ha unido a nosotros en la granja, perpetuando así la tradición y el compromiso que tanto nos importan.
Con ella, y gracias a nuestros dos dedicados empleados, seguimos trabajando juntos para ofrecer productos de calidad.
Ser viticultor significa trabajar al ritmo de la naturaleza, entender sus exigencias y saber sacarle lo mejor para ofrecer vinos auténticos.
Cada botella que producimos refleja nuestro compromiso y nuestro amor por el terruño y hacemos todo lo posible para cumplir con las expectativas de quienes confían en nosotros.
Anne Laure
A los 35 años decidí hacerme cargo del negocio vitivinícola familiar.
Hija de viticultor, crecí en el corazón de los viñedos y siempre me ha cautivado este oficio, que combina el saber hacer tradicional y el amor a la tierra.
Después de varios años trabajando en una empresa, sentí la necesidad de volver a mis raíces y continuar con el legado familiar.
Hoy aporto mi toque personal, respetando los valores transmitidos por mis padres.
Mi objetivo es preservar la calidad de nuestros vinos mientras desarrollo nuevas prácticas más sostenibles.
Corentín
Estudiante de doctorado en biología, bioquímica y ciencias vegetales.
Me apasionan las ciencias de la vida y me especializo en la investigación en fitopatología.
Mi trabajo de tesis se centra en el descubrimiento de nuevas sustancias naturales a partir de coproductos agrícolas, con el fin de ofrecer productos de biocontrol más respetuosos con el ser humano y la naturaleza.
Mi carrera me ha permitido adquirir habilidades profundas sobre las interacciones entre plantas y patógenos.
Mi objetivo a largo plazo es incorporar métodos vitícolas innovadores a nuestra operación, para mejorar continuamente nuestras prácticas y contribuir a una viticultura sostenible y eficiente.
Nuestra historia
Antes de ser viticultores, nuestra familia cuenta con 400 años de historia en agricultura, lo que nos aporta : la experiencia, el saber hacer de la tierra, y sus culturas únicas.
Pero fue en1958 cuando comenzó la historia de la bodega. Llevamos más de 25 años trabajando en viticultura sostenible. Pero fue en junio de 2020, que alcanzamos un nuevo nivel y fuimos auditados para finalizar nuestras certificaciones HVE (Alto valor ambiental) y VDC (Viticultura sostenible en Champagne).
¡Estamos orgullosos de haberlos obtenido!
Estas certificaciones nos animan a seguir trabajando con el deseo de respetar a las personas y la naturaleza.
Haga clic en los íconos para conocer más sobre nuestras certificaciones
Una pasión transmitida en nuestros Champagnes
Somos amantes de los vinos añejos, y es por eso que respetamos nuestros
Champagnes envejeciéndolos mucho más tiempo de lo que dicta la normativa. Mínimo 3 años para nuestro Brut Tradition, y hasta 12 años para nuestro Millesime, para deleitar los paladares.
Para ello, desarrollamos nuestros Champagnes con la cooperativa vinícola de Ville-Dommange.